Las 28 ciudades del norte recibieron la orden de reducir las concentraciones de pequeñas partículas respirables conocidas como PM2.5 en un 10-25 por ciento durante octubre de 2017 y marzo de 2018. Han estado reduciendo la producción industrial y el tráfico, y tomando medidas enérgicas contra el uso del carbón para limitar las acumulaciones de smog.
El Ministerio de Protección Ambiental (MEP) dijo que todas las ciudades superaron sus objetivos en los últimos tres meses de 2017, con las concentraciones medias de 71 microgramos por metro cúbico en toda la región, un 34,3 por ciento menos que un año antes.
Pero el ministerio, citando meteorólogos, dijo que se espera que el clima desfavorable, incluidas temperaturas relativamente cálidas, dificulte la dispersión del smog en enero y febrero.
Dijo que Shijiazhuang, una de las ciudades más contaminadas de China y la capital de la provincia industrial de Hebei, experimentó la mayor mejora a fines de 2017, con una reduccíon de PM2.5 de 54.8 por ciento anual entre octubre y diciembre, más del doble de su objetivo de 25 por ciento.
Las concentraciones medias de PM 2.5 en Shijiazhuang permanecieron en 85 microgramos, más alto que el estándar de 35 microgramo de China, así como los 10 microgramos recomendados por la Organización Mundial de la salud.
La capital Beijing vio una caida de PM 2.5 de 53,8 por ciento durante los tres meses. Las autoridades medioambientales de la ciudad dijeron la semana pasada que las condiciones climáticas más secas y ventosas eran un factor contribuyente.
Si bien China cumplió con sus objetivos de calidad del aire para el 2017, la campaña de invierno no ha estado exenta de controversia. Las empresas se quejaron de las medidas enérgicas de “talla única”, y los residentes se han quejado de los crecientes precios de la gas y la escasez de suministros.
